sábado, 27 de abril de 2013

Poesia Visual









"To The Wonder” es la última película del gran director norteamericano Terrence Malick, creador de grandes obras maestras como “El Árbol de la Vida”, “La Delgada Línea Roja” o “Días de cielo", entre otras.
Pero, a pesar de ser uno de los directores más respetados del panorama actual y uno de los grandes directores de la época dorada de los 70, Malick no ha sido muy prolífico. En más de 40 años sólo ha dirigido cinco películas, todas ellas, eso si,  grandes muestras de cine que han creado un estilo y un lenguaje propio del director. Por algo es conocido como el gran poeta visual del cine americano, ya que si hay algo que distingue a su cine es, precisamente, la poesía. Un cine en el que prevalecen imágenes y paisajes que hablan por sí mismos, acompañados de música, enfoques, encuadres y una concurrente voz en off que construyen, casi siempre, un gran poema visual en movimiento. 
Rodada casi al mismo tiempo que “El arbol de la vida”, aunque estrenada mucho más tarde por el largo proceso de posproducción , “To The Wonder” supone una continuidad de su predecesora, aunque en términos más mundanos. Así, si en “El Arbol de la Vida” se abordaba la idea de la creación del universo , un concepto colosal que lleva preocupando a Malick en los últimos años y que se ha convertido en el epicentro de todos sus proyectos, "To the Wonder" se centra más en la relación de las personas con su entorno, desde la religión y la naturaleza, hasta los sentimientos de amor, desamor y pérdida que vive y sufre una pareja.

"To The Wonder" es , sobre todo, una película sobre el amor, un drama romántico que sigue desde Francia los pasos de un escritor norteamericano (Ben Affleck) que acaba de iniciar un romance con una joven ucraniana (Olga Kurylenko), madre divorciada de un hija de diez años. Entre París y, sobre todo, en  la Abadía de Saint Michel, uno de los monumentos más emblemáticos de Francia, se abre paso un amor que conduce a que ambos unan sus vidas y se instalen, junto a la hija de ella, en Estados Unidos, en una población de Oklahoma dónde, tras la expectación inicial  producida por conocer un nuevo mundo, la sensación de vacío y pérdida y la inadaptación de la hija de ella se instalará en el inevitable proceso de destrucción de la pareja.

Malick, más fiel que nunca a su estilo,  hace desaparecer prácticamente por completo los diálogos y nos acerca a los personajes intentando tocar sus almas. Hurga en sus pensamientos, en sus miedos, en sus inquietudes a través de sus habituales voces en off, que suenan susurrantes mientras, a lo lejos, Wagner y Tchaikovsky nos invaden como si estuviéramos asistiendo a la narración de un poema. 










viernes, 26 de abril de 2013

El poster








Pocas veces se ha visto en  el Festival de Cannes  un cartel tan bonito y elegante como el de este año. Me imagino que si nos pusiéramos a buscar en el diccionario la palabra "clase" nos aparecería, precisamente, esta foto: la de Paul Newman y Joanne Woodward para la eternidad.