jueves, 29 de marzo de 2012

A propósito de los libros






Los libros son por su naturaleza instrumentos democráticos que nos permiten elegir y razonar, y que nos obligan, sobre todo, a estar solos. No se puede leer de verdad un libro sin estar solo. Pero es precisamente a través de esta soledad que intimamos con seres humanos que  nunca hubiéramos encontrado, o porque llevan siglos muertos, o porque hablan lenguas que no conocemos, o porque viven en países lejanos.
Leer, en el fondo, no quiere decir otra cosa que crear un pequeño jardín en el interior de nuestra memoria. Cada buen libro que leemos nos aporta un elemento nuevo, un pequeño sendero, un árbol frondoso, un buen banco en el cual reposar cuando estamos cansados. Año tras año, lectura tras lectura, el jardín se trasforma en un parque donde podemos conocer a otras personas, y compartir con ellos el pequeño tesoro personal de recuerdos y de emociones que nos hemos creado a través de la lectura. Y al mismo tiempo vamos descubriendo  que el mundo debe estar lleno de cosas maravillosas, y de gentes maravillosas, y que para conocerlas todas , visto que una sola vida no nos bastara  para recorrer toda la tierra, no nos queda otro remedio que leer libros.

4 comentarios:

  1. bueno y ver películas!!! (buenas, claro)

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  2. Si, pero primero va la lectura ya que te desarrolla más la imaginación. Imaginar cada personaje , cada lugar, cada situación. En el cine, en el fondo, el esfuerzo es mínimo. Es lo que tiene la comunicación visual.

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  3. Tienes razón, Eva. Me gusta tu comentario. Me permito recomendarte, si todavía no lo has leido, un libro extraordinario de Vargas Llosa:
    "La Verdad de las Mentiras"

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  4. Lo tendré en cuenta Román, aunque los escritores hispanoamericanos no se encuentran entre mis preferidos,el titulo es muy seductor.

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