martes, 6 de marzo de 2012

Una patada en el estómago




Steve Macqueen, artista multimedia antes que director de cine, y sin ningún parentesco con el mítico actor de los años 70, nos propone con Shame una  de las películas  más perturbadoras, salvajes y certeras de los últimos años. No es exageración, pero es una historia  que transmite la amargura, la compulsión y el patético aislamiento interior de su protagonista: un adicto al sexo. Guiada por una interpretación feroz y brillante de Michael Fassbender, que hace un despliegue de talento en el que no se va de plano ni un segundo, 'Shame” cuenta la maldición de un ejecutivo que reparte su tiempo entre todas las páginas de sexo que le ofrece Internet, que son muchas, y acudir a las citas que le proporciona la ciudad más activa del universo. Y así hasta que un buen dia recibe la visita de su hermana, un ser tan atormentado como el, interpretada por una no menos magistral Carey Mulligan

1 comentario:

  1. ... és que el sexe potser un refugi per oblidar la solitud.

    ResponderEliminar