lunes, 12 de marzo de 2012

Los "21 gramos"


Desde que se presentó en 2002 la secuencia de ADN del ser humano se ha trabajado para descifrar el código genético de nuestros parientes más cercanos, los grandes simios.
El genoma del gorila era la pieza que, precisamente, faltaba para descubrir que es lo que distingue al hombre del resto de especies que pueblan la tierra.
El ser humano comparte el 99% de su información genética con el chimpancé, así que se creía que en ese 1% restante se escondía la clave de lo que nos hace humanos.
Sin embargo, una vez comparado el ADN del Homo Sapiens con el del gorila se ha demostrado que parte de ese 1% que nos diferencia de los grandes simios es similar en humanos y en gorilas. El hombre siempre ha buscado saber que es lo que le distingue del resto de los animales. Un curioso intento de capturar esa esencia lo realizó en 1907 el Doctor Duncan MacDougall, que midió la diferencia de peso entre enfermos justo antes y después de morir. Con su experimento pudo asegurar que había visto un cambio de 21 gramos y  lo atribuyó al peso del alma. Pero el experimento, que inspiró el famoso  filme de Alejandro Gonzalez Iñarritu, era más esotérico que científico. Como se ha comprobado ahora, ni siquiera habiendo descifrado el genoma de todos los homínidos es posible saber donde reside el misterio humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario